miércoles, 12 de enero de 2011

(NO NAME) - Prefacio: "Una noche sin estrellas."

Había pasado mucho rato desde que las farolas que alumbraban la calle se habían iluminado, es más, casi era medianoche cuando empezó a caer una tormenta eléctrica sobre todo Madrid. La gran ciudad ahora mostraba un aspecto vacío y desolado. Aunque fuera mediados de octubre, por lo cual hacía muchísimo frio, y fuera ya bien entrada la noche, aún quedaba una persona despierta para ver el espeluznante espectáculo que sucedería en breve. Aquella noche había luna nueva.
En un pequeño piso adosado al techo de una tienda de comestibles, vivía una chica de dieciséis años con su familia desde hacía pocos años, ya que se habían mudado allí desde Paris. No les había costado mucho aprender castellano, ya que solían ir a visitarlos muchas veces a Paris unos amigos de la familia que vivían en Barcelona.
Aquella noche se podía distinguir en esa casa una figura pequeña, muy delgada, vestida con una camiseta blanca y un pantalón de pijama morado  que miraba al exterior a través de la ventana de su cuarto. La muchacha tenía una larga cabellera rubia muy lisa, que únicamente se ondulaba en las puntas, enmarcando una cara muy pálida, ligeramente picoteada. Pero lo más impactante de aquella chica eran sus ojos, de un azul intenso lleno de matices verdes y grises que podían distraer a cualquiera que la mirara fijamente. La chica se tumbó en la cama  a seguir dibujando en su cuaderno después de oir el primer trueno. Odiaba la lluvia y los truenos, cosa que nadie se imaginaría al oír su nombre. Elektra du Ciel.
Elektra cursaba primero de bachiller científico-técnico en un instituto público de Madrid (sus padres eran tenderos, no podía permitirse mucho más), aunque de ella siempre se ha podido destacar una gran inteligencia, la cual ha sabido usar muy bien durante toda su vida académica.
Otro rayo rasgó el oscuro cielo de Madrid, y esta vez sobresaltó tanto a Elektra que hizo un rallón en su cuaderno. Maldiciendo por lo bajo, se levantó de la cama y fue hacia el escritorio en busca de una goma para intentar arreglar el estropicio.
Elektra apartó de la mesa unos cuantos libros que había estado leyendo ultimamente y con el paso de los dias se habían quedado allí, pudo salvar por poco su guardapelo de caer al suelo.
Elektra dejó los libros en la estanteria mintras aún sostenia el guardapelo de plata con una  piedra amarilla engarzada en su cubierta. Aquella joya la acompañaba desde el día en que cumplió 10 años, cuando su madre se la regaló haciéndole prometer que siempre la tendría cerca.
La chica intentó una vez más lo que llevaba intentando desde que llegó a sus manos y como de costumbre, no consiguió abrirlo.
Cayó otro rayo. El más fuerte de la noche. Elektra sintió un escalofrío corriendo por su espalda. Tenía la misma sensación que invadía su cuerpo cuando salía de la boca del metro al volver hacia casa, era como si alguien… le observara.

Capitulo por semana de mi nueva historia, la cual aún no tiene nombre. (L)
By: Olga :3