lunes, 30 de agosto de 2010

Relato: "Como suena un te quiero" (Parte 2)


El relato tiene tercera  parte, en breves, la publico. Att:/Olggga!

PARTE 2: "Un nuevo amanecer"

#Clau' 
-No puedo... le necesito...

Has cerrado sesión. 22 Agosto 2010 19:42h.

                                     ~.~

Hola, soy Claudia, como imagino, ya deberéis de haber hablado con Andre, y sabréis más o menos que es lo que pasa por mi mente, como me siento desde hace más o menos un año y que es lo que opinan Andrea, Aida y Bianca sobre el tema. Pero lo que seguro desconocéis es la verdad sobre Pablo aquel misterioso chico que apareció en la plaza de mi pueblo el año pasado y me llevó con él, así que eso es lo que os voy a contar, necesito hacerlo...
 
                                     ~.~

Julio del 2009.

-Sube Claudia, no puedes estar ni un día más aquí, la organización te lleva buscando casi desde que naciste, y los fantasmas dijeron que hoy sería el día-dijo Pablo mientras hacía subir a Claudia en la moto roja que había aparcada a escasos metros  de la calle por la cual habían salido de la plaza.
-Pero... -pregunto Claudia mientras Pablo le conseguía poner un casco de moto - ¿Qué organización?... ¿Fantasmas?... ¿Qué broma es esta? Déjame bajar...
-No, no puedo, eres única, como yo, te necesito a mi lado - susurró él.

Claudia estuvo en silencio el resto del viaje, por su mente pasaron miles de preguntas. Tenía miedo. ¿Qué pasaría con sus padres, con sus amigas, con su vida? Al poco rato, la moto fue aminorando la marcha, hasta que por fin se detuvo frente a una caseta de madera perdida en el bosque. Pablo le tendió la mano para ayudarla a bajar, ella la acepto y se quitó el casco. Aquel lugar la desconcertaba, aquel lugar... olía a pólvora y azufre, no contaba con más de dos pisos y parecía tener más de un siglo.
Pablo la cogió por los hombros, Claudia se estremeció. Él la hizo entrar en la caseta y ella no se pudo resistir al contacto de sus manos suaves empujándola hacia el interior. Dentro estaba todo perfectamente iluminado así ella pudo ver bien por primera vez a Pablo. El chico alto y vestido de negro que había aparecido en mitad de la plaza de su pueblo de verano, era guapísimo. Tenía el pelo negro, larguito, con el flequillo de lado casi tapándole uno de sus preciosos ojos azules.
En ese momento, él sonrió, y su sonrisa dejó ver una pequeñísima y graciosa separación entre sus dos incisivos. Claudia le devolvió la sonrisa y siguió paseando su mirada por la pequeña estancia. Se dio cuenta de que no estaban solos.

Sentados en una mesa apartada estaban dos chicos y dos chicas mirándolos atentamente.
-Pablo, por fin- dijo una de ellas mientras se levantaba y acercaba a ellos. - ¿Es ella?
-Sí Blanca, es ella. Los fantasmas de la otra noche tenían razón. Ella es la sexta, estamos todos. Creo que no sabe nada de su verdadera naturaleza.
Blanca asintió. Era casi tan guapa como Pablo, pero ella era rubia, de ojos marrones, y bajita.
-¿Y no puede ser un peligro que no tenga ni idea de quién es? - preguntó la segunda chica, la cual llevaba una melena corta y despuntada castaña, acercándose por detrás a Pablo.
-No creo Carla, hoy se lo explicaremos todo. Hoy es su último día antes de que empiece a notar los cambios...Por qué mañana es tu cumpleaños, ¿no Claudia?
-Eh… si...Mañana es 30, cumplo 14 años. - Dijo Claudia confusa.
-Y hay luna nueva - respondió un chico moreno de pelo rizado que estaba sentado en la mesa.
- Iván... hay que contárselo, ya son las once, solo disponemos de una hora y seis minutos, - aconsejó Pablo - Andreas trae el sexto collar, creo que ya es hora de que se reúna con su legítima dueña.
Andreas, un chico rubio de pelo corto y ojos verdes desapareció de la estancia, hacia el piso superior.
Pablo invitó a Claudia a tomar asiento en la pequeña y apartada mesa. Andreas estubo de vuelta en un escaso minuto.
Los cinco se sentaron alrededor de la chica nueva, la cual estaba muy desconcertada. Pablo comenzó a hablar:
-Claudia, seguramente estarás muy confusa, así que simplemente escucha lo que tenemos que contarte y no tengas miedo por favor, no te vamos a hacer nada. Has dicho que mañana, 30 de julio es tu decimocuarto cumpleaños. ¿Me equivoco?
-En absoluto... pero... ¿cómo sabes tu eso?- pregunto ella.
-Sencillo Claudia, tienes la marca, te hemos estado buscando desde hace años, más de los que aparentamos- dijo él resueltamente.
-Pablo... ¿Qué marca?- dijo Claudia.
-¿Te importaría quitarte todas las pulseras que llevas en tu mano izquierda? Así podremos ver tu muñeca. - Preguntó Iván.
Claudia así lo hizo y dejo su muñeca al descubierto, la cual tenía en su parte interior una pequeña marca con forma de media luna.
-¿Esto es lo que decís?- los cinco asintieron- es imposible, me lo hice de muy pequeña cuando un vaso de cristal que se rompió bajo mi mano.- Explico Claudia.
-¿Tu te acuerdas de eso?- cuestionó Blanca y Claudia negó con la cabeza- Porque te podemos asegurar que eso no es una cicatriz.
-¿Entonces...?- Claudia estaba más confusa cada vez.
-Mira, Claudia - comenzó Pablo- nosotros también tenemos esa "cicatriz" en la muñeca izquierda- los cinco levantaron el antebrazo dejando ver cinco medias lunas idénticas a la de ella- y es una marca, un distintivo que expresa tu verdadera naturaleza.
-Al igual que estos collares - dijo Carla a la vez que sacaba de debajo de su camiseta negra una fina cadena oscura con un colgante en forma de media luna.
-Claudia, eres como nosotros, todos hemos nacido el mismo día, el 30 de Julio solo que en años distintos. ¿Sabes a que hora naciste, no? – preguntó Andreas.
-Yo nací a las doce y seis minutos del 30 de julio de 1995.Y... ¿y vosotros? - dijo Claudia
-El mismo día y a la misma hora que tu pero yo he nacido en 1980 - sonrió Andreas
-Yo igual, solo que en 1870 - dijo Pablo
-Y yo también, pero en 1940 -apuntó Carla
-Yo, soy  el más mayor, nací en 1701- se ruborizó Iván.
-Bueno... yo soy del 1991- dijo la fina voz de Blanca.

Carla se estremeció. Aquellos desconocidos no parecían mayores que ella y sin embargo, afirmaban haber nacido hacía muchos años. No podía ser cierto.
-Disculpad... pero, ¿me estáis tomando el pelo, no?
-En absoluto, eso es lo bueno de ser medio vampiros, no nos hacemos mayores a no ser que lo deseemos. - sonrió Pablo.
-¿Vam... pi... ros? - fue lo único que logró decir Claudia.
-Sí Claudia, y tú, también lo eres, aunque aún no lo consigas creer, es tu destino, y apenas cumplas los catorce, cambiará por completo todo lo que crees conocer- dijo Blanca.
-Es imposible, seguro que mentís, yo... yo soy normal, yo tengo una vida, yo no estoy preparada y no quiero estarlo. Pablo, no podéis hacerme esto, no me mordáis - suplicó Claudia.
Ante la petición los cinco "semi-vampiros" sonrieron como si se esperasen la súplica.
-Claudia, no te vamos a morder, nosotros solo nos alimentamos de sangre humana, y no podemos convertir a nadie, es imposible, nuestros colmillos no podrían perforar tu piel, y además no tenemos veneno, nos sería imposible - explicó Pablo - y en cuanto a lo de que no quieres convertirte, no podemos hacer nada para  evitarlo, has nacido bajo el influjo de esa luna, como nosotros, y solo te queda soportarlo y vivir con ello. Verás morir a todos a quienes conoces, solo te quedaremos nosotros cinco, así que compréndelo, esa marca lo conlleva. Lo siento.
-Las doce - anunció Blanca - solo quedan seis minutos Pablo.
-¿Qué va a pasar?- pregunto Claudia.
-Bueno, a ver, supuestamente dentro de seis minutos te dormirás profundamente y nadie conseguirá sacarte de ese sopor hasta dentro de una semana- dijo Andreas- mientras estés transformándote te podrás quedar aquí y cuando cumplas la semana de transformación te dejaremos en la puerta de tu casa. Te protegeremos. Pero hasta dentro de un año no nos volverás a ver, cuando llegue el momento, sabrás por qué. Durante el verano del 2010 volveremos a buscarte a tu pueblo.
-Te encontraremos y entonces decidirás que quieres hacer, si dejarlo todo, venir con nosotros y afrontar tu destino, o llevar tu vida de siempre- le dijo Pablo a Claudia- pero tranquila, que te juro que volveremos a vernos. Ahora duérmete.

Llevaron a Claudia a una cama en el piso superior y cuando el reloj de pulsera de Iván dio las 00:06 se durmió profundamente.

                               ~.~
Bueno, como os habrá dicho Andre, volví a mi casa, y me llevé una gran bronca, mis padres estaban preocupadísimos por mí. No he sentido cosas extremadamente raras desde que me convertí en "semi vampiro" como dijeron esos cinco, únicamente, a veces los colmillos se me hacen larguísimos, veo mejor por la noche y mi oído es mucho más fino. Pero no, no tengo ganas de beber sangre ni nada parecido, sigo siendo igual, solo que ahora estoy extrañamente triste. Echo de menos a Pablo, necesito explicaciones, pero se está acabando el verano y aún no sé nada de ellos.
En fin, ya veremos que pasa. Un minuto, llaman a la puerta, seguramente será Andrea, como todas las noches, para ver si consigue que salga de casa...

-¿Sí? - pregunto al descolgar el telefonillo.
-Claudia, te lo prometí.- Dijo una voz que conocía perfectamente, ya que se me había grabado a fuego en el alma.
-¿Pablo?... No te vayas por favor...- supliqué a la vez que colgaba el telefonillo y me precipitaba por las escaleras.

Abrí la puerta principal, y allí estaba Pablo, tan guapo como siempre, vestido todo de negro subido en su moto roja. Cerca de él estaban en otra moto Blanca y Iván, vestidos al igual que Pablo, pero sobre una moto de carreras blanca. Un poco más apartados se encontraban Carla y Andreas, con el mismo atuendo que los otros tres y en una moto negra como la noche. Por fin.

-¿Vienes? Tenemos mucho de que hablar preciosa... - sonrió Pablo tendiéndome un casco azul oscuro.
-Como no, os llevo esperando meses. - Contesté- Pero antes, tengo que hacer algo.

Me dirigí a la puerta de mi casa, saqué las llaves de la cerradura y me las metí al bolsillo, cogí una chaqueta negra del perchero y grite:
-¡Mamá, salgo con unos amigos, volveré, no te preocupes!

Cerré la puerta de un portazo, me puse el casco, subí a la moto y nos perdimos en la noche.

domingo, 29 de agosto de 2010

Relato: "Como suena un te quiero" (Parte 1)

Nota: Este relato tiene una continuación, en breves, será publicada. Att:/ OlgaC.Asensi

PARTE 1: "La luz de un nuevo día"



Inicio de sesión. 22 Agosto 2010 19:30h.
#Clau'


-Andrea, dime que estás ¡por favor!

:D Annndrea :D


-Claudia dime

#Clau'


-Tengo miedo Andre, no sé nada de él desde hace 1 año... ¿Tu tienes noticias sobre Pablo? Esto es insufrible...

:D Annndrea :D


-A ver Clau... he preguntado a todo el pueblo, nadie lo ha vuelto a ver desde aquella noche... No sé que más hacer...

#Clau'


-No sabes lo que es esto Andre... no puedes saber lo que es estar enamorada de alguien a quien solo he visto una semana de mi vida, pero sería capaz de dar mi vida por él... No sé que me pasa, yo no soy así, y lo sabes... Pero él, me prometió que volvería.

:D Annndrea :D


-Claro que te entiendo, a medias, pero lo hago. Estas enamorada de un desconocido, de un... fantasma...
Clau, conoce a más gente, sal con más chicos, solo tienes 15 años, no te puedes atar a alguien así, y menos
a alguien que no sabes siquiera si siente algo por ti... Llevas desde el 25 de Junio en casa... Te echamos mucho de menos en el pueblo...

#Clau'


-No puedo... le necesito...


#Clau' - > Cerró sesión. 22 Agosto 2010 19:42h.


                                                         ~ . ~

Bueno, aún no me he presentado, me llamo Andrea, pero poca gente me llama por mi nombre completo, así
que seré quien vosotros queráis que sea. Tengo quince años, y desde que acabó el curso en Junio, estoy metida en mi pueblo, Montanejos, donde solo puedo tener una media hora de Internet al día y donde tengo una amiga que parece que esté medio muerta... Mejor, os lo voy a explicar desde el principio...



Julio del 2009.

- ¡Clau, baja!
- Si llegamos tarde será tu culpa, sabes perfectamente que no podrás dormir con ese peso en la conciencia.
-¡Va Claudia, que nos esperan!

La puerta del edificio, uno de los más altos del pueblo se abrió lentamente, dejando entrever a una chica pelirroja con una cabellera la cual caía lacia a ambas partes de su rostro, ligeramente picoteado, hasta el ombligo, el cual llevaba destapado.

- Veis como ya bajaba - dijo Claudia con una hermosa sonrisa, entornando sus grandes ojos verdes.
- Lenta, sí ya no están Fran, Christian y Nacho, te enteras - le replicó Andrea, una chica bajita para sus catorce años, con una larguísima coleta rubia y una chaqueta en la cual se podía leer perfectamente: "Montanejos 2009", en unas magnificas letras plateadas.
-Pues si no están, ellos se lo pierden, además hay que ver que nuevos chicos han llegado este fin de semana al pueblo- advirtió Claudia.
-Venga va, vamos, que aun nos queda un ratito hasta que lleguemos a la plaza - intentaron tranquilizar el ambiente Aida, la más mayor de todo el grupo, morena y de ojos azules; y Bianca, su prima, rubia de pelo rizado.

Ya en la plaza del pueblo Claudia, Andrea, Aida y Bianca estuvieron un buen rato bailando y hablando con sus amigos (los cuales aún estaban allí cuando ellas bajaron), hasta que, de repente, apareció un chico alto y vestido de negro en mitad de la plaza.

-Dios, Drea, dime que sabes quién es ese chico - preguntó Claudia mientras abría y cerraba los párpados como si estuviese viendo un espejismo.
-No Clau, no se quién es, y creó que te está mirando... - dijo ella mientras se giraba disimuladamente y apartaba a Bianca y a Aida, para que Claudia no sintiese la presión que podrían llegar a ejercerle.

Claudia se acercó al centro de la plaza tímidamente, pero lo hizo de todos modos, algo le decía que lo hiciese.

-Hola, eres... ¿eres de por aquí?-pregunto a la vez que se ruborizaba sutilmente.
-Claudia, por fin. Soy Pablo, supongo que lo sabes. Va tenemos que salir de aquí. - Dijo él mientras la cogía de la mano y la arrastraba hacía una de las calles que daban a la carretera.
-¿Cómo...? - consiguió preguntar Claudia.
En ese momento desaparecieron de la plaza, como si jamás hubiesen estado allí.

                        ~ . ~

Y hasta ahí, oí yo. Después de una semana de búsqueda por todos los alrededores del pueblo apareció Claudia, por su propio pie, a las 10 de la mañana en su casa, sin ningún tipo de daño físico. Solo un inmenso dolor sentimental. Desde aquel día, nadie volvió a saber de ella, no nos hablaba a ninguna. Por lo que me pude enterar por sus padres, durante el curso, iba y venía al instituto, no hablaba con nadie, solo estaba metida en su habitación escribiendo en su portátil, oyendo música clásica y leyendo libros de hace años. No he vuelto a saber de ella hasta hoy, por esa conversación de Messenger. Sinceramente, echo de menos a la que fue mi mejor amiga, pero nadie sabe que pasó esa semana entre Clau y Pablo, y sinceramente, no sé si quiero saberlo. Si queréis saber más, ella es la única que os lo podrá explicar.

jueves, 19 de agosto de 2010

Relato: "Tormenta de verano."

Hoy llueve. Sentada en el sofá, con el débil rumor del televisor encendido a mis espaldas, paso el rato mirando como resbalan las transparentes y cristalinas gotas por el cristal que encierra el balcón. Veo pasar gente por la calle, abrazados a si mismos para combatir el repentino frío que ha causado esta tormenta de verano, y recuerdo cuando, hace un par de meses, paseaba aún con él por la calle, cogidos de la mano, riendo y siendo felices.
Empiezo a llorar, tengo una razón: mi corazón ha vuelto a abrir las heridas, que creí que habían comenzado a cicatrizar, al pensar en él…
Llueve aún más fuerte y se oye rayos en la lejanía. Será mejor que vaya a despejarme, no quiero estar dentro de casa. Sin pensarlo dos veces me pongo un abrigo negro que estaba guardado en el altillo de mi armario, esperando al invierno, cojo las llaves y salgo por la puerta.
En la calle hace frío, mucho, para estar en pleno agosto.
Aunque me duela reconocer que él ya no está, creo que va siendo hora de afrontarlo. Así, sin más comienzo a andar hacia la playa, las calles están llenas de charcos, y conforme me voy acercando a mi destino, el cielo oscurece más y más.
Siento una fuerte punzada en el costado, acabo de pasar por delante de la casa donde, antes del accidente de moto que acabó con su vida, vivía mi novio con sus padres. La casa está ahora cerrada a cal y canto, con las persianas bajadas y un cartel de “SE VENDE” colgado del gran ventanal de cristal que miraba al mar.
Mi mirada pasea por la fachada del edificio, no hay nada que hacer, decido continuar con mi camino.
Ya estoy llegando a la playa del Mediterráneo, las palmeras agitan sus grandes hojas por culpa del fuerte viento, no hay nadie. Me acerco silenciosamente a la arena, la cual parece barro por lo empapada que está. Da igual, voy a entrar igualmente. Estoy helada, sucia, llena de arena y tengo los huesos calados por el frío y la lluvia, no, no se me ha ocurrido coger un paraguas. Quería mojarme, así se notarían menos las lágrimas.
Me siento frente al mar, no quiero volver a mi casa y es tarde, está anocheciendo. Y pensar que murió en aquel accidente porque me trajo en moto a la playa a ver el atardecer… tendría que haber muerto yo, era yo quién no llevaba casco, él sí. Este pensamiento llevaba atormentándome desde aquella noche, así no podía seguir, lo necesito aquí, conmigo, pero ya no está en este mundo.
Una lágrima me cae por la mejilla, ha dejado de llover. Tengo que volver a casa.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Relato: "La calle sin nombre"


Noche cerrada, cada vez hace más frío. La calle llegará un momento en el cual se estreche y no tenga salida, en ese momento, tendré que dar la vuelta y deshacer el camino sobre mis pasos. Pero por ahora me da igual, ahora lo único que quiero es caminar sola, sin nadie. El camino, rodeado de casas lúgubres se muestra esperanzador ante mi deseo: la calle está desierta. No sé que me ha traído hasta aquí, pero se lo agradezco, ahora gozo de la paz que nadie me ha podido proporcionar en los últimos meses, necesitaba un respiro. Un respiro para pensar, aclarar mis ideas, mis ideales. Mientras paseó sin sentido rozando suavemente con mis guantes de piel las paredes, para seguir atada a la realidad, puedo distinguir una silueta un poco más adelante. Echo a correr en dirección a la figura, es lo que me pide mi corazón. Me detengo bruscamente a pocos metros de esa figura, la conozco.
- Alejandro, ¿qué haces aquí? – pregunte a ese chico, el cual llevaba siendo mi novio desde hacía tres años.
- ¿De verdad creías que te iba a dejar sola? ¿De noche y en esta calle? No, no lo iba a hacer, lo sabías perfectamente – dijo él mientras me dedicaba esa hermosa sonrisa, con la cual me despertaba cada mañana, y se bajaba en cuello de la gabardina.
- Pero… ni yo me acuerdo de cómo he llegado hasta aquí. ¿Cómo sabías donde encontrarme? – dije, perpleja ante mi propio razonamiento.
- Princesa… recuerda que hace tiempo te prometí que iba a cuidar de ti, aunque me dejase la vida en ello, porque únicamente me importáis tú y tu felicidad. Además sabes que te conozco mejor que tu misma – anunció mientras se acercaba más y más a mí
- Gracias cielo… creo que ya no necesito estar más aquí. Ya sé todo lo que necesitaba saber, ¿volvemos a casa? – pregunté antes de echarme sobre sus brazos y mirarle a sus preciosos ojos azules.
- Claro

Un destello de luz blanca.

                        +                       +                      +                     
- ¿Cariño? Despierta
-  Eh… dónde… ¿dónde… estoy? – pregunté confusa con un fortísimo dolor de cabeza.
-  No te acuerdas de nada, ¿no? – preguntó con una rostro que daba a conocer que no había dormido.
-  No… - me lleve una mano a la frente, intentando amortiguar los pinchazos que sentía, en ese momento me vi la muñeca. Donde antes llevaba una pulsera de cuero negro ahora había un grueso vendaje que me llegaba hasta el codo – Qué… ¿qué es esto Alejandro?
-  Ayer… - suspiró profundamente, mientras una lágrima resbaló por sus mejillas – Ayer te encontré en el baño de casa, con una navaja en la mano, casi desangrada, llame enseguida a una ambulancia, y mientras te ponían en la camilla para traerte aquí encontré una nota encima de la cómoda…- lentamente, mientras me explicaba que había pasado, fue sacando un trozo de papel cuidadosamente doblado
Lo abrí, era mi letra, y decía:
“Alejandro lo siento, espero que cuando leas esto no este ya aquí, no quiero hacerte sufrir más. No eres feliz, yo lo sé. No es justo que tengas que cargar conmigo, desde que estamos juntos no sonríes igual, ya no haces jamás lo que te gusta, solo estas conmigo, y quiero que hagas más cosas, no quiero que te centres en mi, ya que yo desde hace meses no tengo ganas de nada, no tengo ganas de vivir, mis amigos ya no son lo que eran, nadie me entiende, es como ir por un boulevard desierto. Espero que algún día me perdones. Te quiero muchísimo, y siempre lo haré. Vive y sé feliz.”

Todas las imágenes me volvieron a la cabeza al leer las últimas frases, cada instante, era como rememorar el intento de suicidio. Lloré, largo y tendido, me acorde de la calle desierta, del sueño, de Alejandro mientras venía a buscarme, y solo se me ocurrió decir una cosa:
- Lo siento, de verdad.
- Cariño, no pasa nada, solo importa que tu estés bien, solo quiero que seas feliz, siempre lo he querido, no quiero nada más…- dijo mientras me abrazaba con sumo cuidado- Sabes que siempre estaré a tu lado, pase lo que pase, y el tiempo que sea. Te quiero.

martes, 17 de agosto de 2010

Relato muy corto :)

El sonido de una canción en el reproductor de CD's enciende una llama en la oscuridad de mi habitación, mientras repaso segundo a segundo de mi vida hasta encontrar el día exacto en que la oí por primera vez ...
"Fue hace meses, era él quién me la cantaba al oido, yo veía como se movia suavemente su boca para entonar cada nota, como de costumbre, no tenía ni idea que quería decir la canción, ya que estaba en inglés,pero me daba igual, era la canción más bonita que había oído en toda mi vida y procedía de la boca del ser más maravilloso del Universo."
Ahora, sola, esta noche me siento perdida, no recuerdo como suena su voz, no me quedan recuerdos con los cuales sonreír o llorar, solo me queda una musiquilla en mi mente y una pregunta: ¿por qué hace tanto frío en el inferno?

Mini Cosplay de L (Death Note)

Cosplay L

lunes, 16 de agosto de 2010

¡Abro blog! :)

Bueno, soy Olga y he decidido abrir un blog para comentar sobre diversas cosas como: cosplay's, libros, grupos, para mostraros dibujos que hago y para publicar relatos que he escrito. Espero que os gusten :)!