miércoles, 3 de noviembre de 2010

Relato: "Esta vez, no es mi culpa."


Hablemos de sentimientos, de lo extremadamente precioso que es enamorarse, ser feliz con esa persona, contar los días que faltan para que llegue el día X en que empezasteis a salir. Lo bonito que es recibir una carta mal doblada llena de ‘te quiero’ el día de San Valentín acompañada de una rosa roja. Es perfecto, te sientes como en una nube, te sientes dispuesto a estar con esa persona para toda la vida, querer casarte con él, que te abrace y te susurré que te va a bajar la luna cada día, empiezas a soñar el vivir siempre con él, en ser la Señora de…, sonríes sin más, solo quieres verle a el.
Ves por sus ojos, sientes lo que el siente, serías capaz de matarte tu misma para que el fuese un segundo más de su vida feliz. Sueñas con él cada noche, llenas las libretas con su nombre. El amor es precioso…

Esto es una gran mentira.

Lo bonito del amor son los momentos felices, porque por cada momento feliz hay uno triste lleno de lágrimas, sollozos, ganas de romperte los nudillos contra cualquier pared, ganas de que te de un ataque de tantísimo llorar y de morirte.
Cuando todo se tuerce y te das cuenta de quien te dice cada mañana y cada noche que te ama con todas sus fuerzas, que podría incluso destrozar el universo por ti… también te dice cosas que te hacen llorar y plantearte si seguir con vida.
Ahí es justo el momento en que te dan ganas de coger cualquier cosa que te pueda cortar y clavártela en el pecho.

Hoy por hoy. Me pienso ir a la tumba sin volver a amar a nadie que no sea a mi misma.


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